

El clima, la litología, la estructura y el tiempo son los factores que condicionan el relieve terrestre. Factores geológicos como las precipitaciones, vientos, glaciares, ríos, etcétera, son determinantes a la hora de erosionar el terreno y las rocas.
Factores geológicos
La composición mineral, la estructura y la ubicación de las rocas son características que hay que tener en cuenta a la hora de condicionar el relieve. La resistencia que pueda tener cada tipo de roca definirá el relieve según el clima en donde se encuentre. Cuanto más alto sea el grado de cohesión más resistente será la roca, el granito o la caliza, por ejemplo.
Un ejemplo de rocas con poca resistencia sería la arcilla o las margas. ÿstas no dejan pasar el agua, esto quiere decir que son impermeables y el agua que les corre fuerzan a una mayor erosión sobre estas superficies. Las arenas, sin embargo, son permeables y dejan pasar el agua, aunque son más resistentes a la erosión.
La definición de una roca también puede ser alterada cuando es atacada por factores químicos. Cualquier susceptibilidad a estos elementos facilita la erosión, los cuales pueden ser algún tipo de disolución o el grado de hidratación en la zona. Hay rocas que generan pocos residuos cuando son erosionadas, como por ejemplo, las calizas. Luego están las rocas que generan muchos, dejando restos de arena sobre la roca, el granito.
Rocas calizas
Las rocas calizas erosionan dejando pocos residuos, gran parte de su erosión es debida a la disolución. Son rocas permeables figuradas sistemáticamente de diaclasas (las diaclasas son grietas transversales en las rocas). La lluvia penetra a través de las diaclasas hasta toparse con una base impermeable, entonces el agua genera corrientes de agua subterránea. Gran parte de la erosión superficial depende del grado de CO2 encontrado en el agua.
Cuando la temperatura del agua es más cálida, el CO2 se disipa y se precipita el carbonato cálcico. En las zonas de alta montaña, el agua se encuentra a temperaturas bajas. Esto favorece el grado de CO2, con lo cual, favorece la disolución de caliza. Este tipo de proceso desarrolla unos relieves muy característicos, por ejemplo, los relieves kársticos.
Relieves kársticos
Las rocas calizas pueden contener impurezas ofreciendo tonalidades grises o rojizas. Esto se debe a la arcilla, el hierro y sílice. La gran cantidad de infiltraciones que se conocen en estas zonas, hace que el fluido en la superficie sea más escaso. El agua que pueda atravesar estos lugares kársticos suelen ser ríos que a su paso erosionan la base creando de paredes verticales. El paisaje que se genera es lo que conocemos como cañones.
Relieves lapiaces
Estos relieves se caracterizan por las hendeduras y los surcos que los constituyen. Se definen a través de agua con alto contenido de CO2 que, al escurrirse van creando una serie de esculturas naturales a su antojo realmente impresionantes. Un ejemplo sería la Ciudad encantada ubicada en Cuenca.
Dolinas
Las dolinas podrían definirse como depresiones geológicas, hundimientos o pozos enormes. Aunque son bastante curiosas y algunas tienen cierto encanto, tienen mucho peligro, sobre todo si nos pillan desprevenidos. La superficie está cubierta de tierra de descalcificación que puede ser fértil. Estos pozos pueden ser fijos o temporales. Suelen formarse en un punto donde se acumula agua, sin embargo, al no disponer de drenaje termina erosionando su alrededor hasta agrietar la superficie y el posterior hundimiento.
Poljés
Son hundimientos o depresiones de enormes dimensiones extendiéndose incluso en varios kilómetros cuadrados. Pueden ser provocados por hundimientos tectónicos. Sus pendientes suelen ser de roca desnuda.
Relieves estructurales
Cada lugar tiene una serie de relieves cuyas estructuras son características de la zona. O bien por su disposición o por la forma que tienen. La erosión de los relieves puede ser distinta en cada caso dependiendo de la cantidad de rocas existentes en la zona. Tampoco obtendrá la misma forma un estrato horizontal que uno inclinado o con pliegues.
En las zonas cuyo estrato es horizontal, prevalecen las estructuras, sobre todo si se compone de varias capas. Donde los estratos oblicuos se crean elevaciones constituyendo cuestas asimétricas. En zonas donde los relieves han sido generados por fallas suelen encontrarse despuntes producidos por escarpes.
La erosión y la configuración de las costas
Las costas se van modelando a través de la erosión del agua del mar. Con este proceso se van constituyendo y modelando las costas, los acantilados, por ejemplo. Al margen de la litología y estructura de la roca, algunas características son influenciadas por el clima puesto que este es un condicionante en el momento de la erosión. La vegetación también es un gran condicionante para ello, ya que actúan como protectores.
Erosión en zonas templadas
El clima húmedo y templado favorece la llamada erosión química y el mantenimiento de suelos bien estructurados, gracias a la acción de la lluvia y temperaturas agradables. Puesto que la vegetación es abundante, la erosión en las rocas del entorno es muy lenta. Así que además de lenta, se erosionan las partes desprotegidas y la zona de los ríos, ya que por ahí corren las aguas.
Terrazas fluviales
Estos depósitos o pequeños embalses se disponen de forma escalonada. Son sedimentos muy antiguos producidos en la era cuaternaria con los deshielos.
Erosión en zonas áridas y subáridas
Estas zonas están desprovistas de vegetación, con lo cual el suelo se encuentra desnudo. Esta situación favorece la erosión de la superficie y la disgregación de las rocas debido a los cambios térmicos. Los vientos suelen violentos y las escasa precipitaciones caen con fuerza. Debido a esto, las laderas se desmoronan rápidamente consiguiendo que retroceda. Las fuertes lluvia constituyen barrancos.
Un desierto se genera empezando por ser una roca compacta enorme (montaña) que va sufriendo erosiones areolares por los cambios térmicos que diferencia la noche del día. Este factor fragmenta las rocas en distintos grados. El viento se encarga de transportar los sedimentos arrastrándolos hasta formase la arena.
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