En nuestra sociedad existe una preocupación cada vez mayor por el mal cuidado que estamos haciendo del medio ambiente. Las constantes emisiones contaminantes que hacemos están provocando la muerte de cada vez más especies de flora y fauna, y el consumo de recursos no renovables provocará en un futuro importantes conflictos por su escasez que debemos evitar mediante el uso de fuentes de energía sostenibles que permitan a las generaciones futuras disfrutar de un medio ambiente bien conservado.
Una de las fuentes de energía renovable más prometedoras del momento capaces de conseguir un importante ahorro energético se trata de las placas solares fotovoltaicas. En los siguientes apartados procederemos a hablarte en detalle acerca de esta tecnología, los tipos de placas fotovoltaicas que existen y el rendimiento que son capaces de conseguir estas placas instaladas por una empresa de energía solar.
¿Qué son las placas solares fotovoltaicas?
Las placas solares fotovoltaicas son dispositivos que emplean celdas fotovoltaicas capaces de transformar la energía solar que incide sobre ellas en energía eléctrica. Estas celdas, conocidas también como células fotovoltaicas, generan electricidad por medio del efecto fotovoltaico, mediante el que se generan cargas positivas y negativas en dos semiconductores próximos y de distinto tipo, creando así un campo eléctrico que da lugar a una corriente eléctrica.
La energía renovable supone una opción cada vez más solicitada no solo por las empresas, sino también por los hogares dada la cantidad de ventajas que esta tecnología les proporciona.
A continuación, procederemos a listar los diferentes elementos que conforman un panel solar:
- Pegatina de PVC ubicada en la región posterior de las placas.
- Marco de aluminio con un agujero de fijación.
- Conexión eléctrica entre las celdas.
- Encapsulantes de etileno vinil acetato que forman una capa selladora alrededor de las placas solares, lo que otorga protección a las células fotovoltaicas.
- Celdas fotovoltaicas.
- Vidrio templado o cristal que protege a las células fotovoltaicas junto al encapsulante.
- Estructura encargada de fijar módulos, cableado y el inversor encargado de transformar la corriente continua en alterna.
- En caso de tratar con una instalación aislada, se necesitan también baterías solares que puedan acumular la energía solar para su uso cuando no pueda producirse energía eléctrica (noche o días nublados).
- Reguladores de control de carga y descarga de las baterías.
¿Qué tipos de placas solares pueden instalarse?
Dependiendo del grado de pureza que tenga el silicio empleado, se distinguen tres tipos diferentes de placas solares fotovoltaicas. En los siguientes apartados procederemos a hablarte en detalle acerca de cada una de ellas:
- Placas solares monocristalinas: mçodulos de color azul o negro compuestos de células que emplean un solo cristal de silicio muy puro. Son los más eficientes y que mayor rendimiento presentan siendo, al mismo tiempo, los más caros que pueden adquirirse dado su complejo proceso de fabricación.
- Placas solares policristalinas: paneles con células que disponen de varios cristales con diferentes orientaciones, razón por la que tienen un color más azulado. Dado su menor eficiencia y rendimiento, consiguen una muy buena relación calidad-precio.
- Placas solares amorfas: placas fotovoltaicas con células de silicio sin cristalizar. Las más económicas, dado que su proceso de fabricación es el más rápido de todas ellas. Pese a su asequible precio, cuentan con un rendimiento muy por debajo de las antes mencionadas, al requerir mucho más espacio y más placas para la generación de la misma cantidad de energía. Pueden adherirse con facilidad a todo tipo de espacios si se han fabricado en una superficie maleable.
Rendimiento de placas fotovoltaicas monocristalinas y policristalinas
Sin lugar a dudas, las placas solares monocristalinas son el tipo que presenta mayor eficiencia y rendimiento. Pese a ello, los policristalinos son los más recomendados en climas mayormente cálidos, mientras que los monocristalinos se prefieren para zonas con temperaturas más frías. Para las viviendas se recomienda la tecnología monocristalina, al ser capaz de aprovechar el espacio limitado y permitir la instalación de más potencia sin necesidad de incrementar el número de paneles en el proceso.
Descatar que tanto las monocristalinas como las policristalinas ven su eficiencia reducida a altas temperaturas, aunque esto se ve compensado por la mayor duración de los días y la superior producción solar generada como consecuencia de ello.
¿Realmente merecen la pena las placas fotovoltaicas?
Frente a los precios de instalación de estas placas fotovoltaicas, cabe preguntarse cuál es el rendimiento económico que podremos percibir de este tipo de tecnología. Uno de los aspectos que deberán tenerse en cuenta a la hora de considerar el uso de esta fuente de energía renovable es el período de amortización que plantean de, aproximadamente, entre siete u ocho años, proporcionando así un ahorro de energía pasados dichos años.
Además de garantizar un importante ahorro en los costes dado que no se consume tanta energía de la red convencional, los usuarios de placas fotovoltaicas pueden volcar el excedente producido para, de esta manera, obtener hasta 0.05 euros por kWh conseguido. También cabe considerar la longevidad de estas placas, cuya vida útil se aproxima a los 35 años.
Destacar, además, que el ahorro que se consigue con estas placas no es exclusivamente económico, sino que también se reducen las emisiones de CO2 derivados del consumo eléctrico de las redes convencionales. Según cálculos aproximados, una instalación de placas fotovoltaicas de autoconsumo de 70 kW en la región de Murcia puede ahorrar hasta 76 toneladas de dióxido de carbono al planeta, una importante contribución a la lucha contra el cambio climático que deberemos plantearnos para ahorrar algo de dinero y contaminar menos.