Y ahí estamos nosotros, confiando en que todo nuestro esfuerzo al separar residuos y salir dos o tres o cuatro veces a repartir basura en cada contenedor nos dará sus frutos. Y ahora resulta que nos dicen que la basura que llega a reciclaje no se recicla. ¿Cómo es esto? ¿De verdad que nuestros esfuerzos son en balde? ¿Es cierto que no es oro todo lo que reluce en cuanto al reciclaje? Pues bueno, hay muchos aspectos que todavía desconocemos y que vamos a descubrirte a continuación.
¿Verdad o mentira? Todo se recicla
Nos insisten en la necesidad de reciclar pero, a la hora de hacerlo, no resulta un proceso fácil. Tienes que saber, antes de empezar, que apenas la mitad de los residuos que se generan son reciclajes. Desde luego que no es una mala cifra y que hacer esto ya sería un logro para el planeta. Pero si eras una persona obsesa del reciclaje, probablemente te habrás llevado una desilución. No obstante, cada vez se trabaja más para que las probabilidades de reciclar sean mayores.
¿Se recicla el plástico sí o no?
Uno de nuestros mayores anhelos habiendo tomado consciencia del valor del medioambiente es reciclar el plástico. Sí, puede reciclarse, pero ojo ¡no todo! De hecho, casi apenas un trozo de todo el plástico que echamos a la basura puede recuperarse. El problema está en que el plástico suele estar mezclado con otros materiales, es decir, contaminado o acompañado, de alimentos y elementos varios. Así, el plástico sufre y acaba en el vertedero.
Para que un plástico fuera reciclable al cien por cien, tendríamos que eliminar otros materiales no plásticos que lo acompañen, además de restos de alimentos, entre otros. Es decir, el plástico suele estar contaminado. Para reciclarlo, tiene que quedar limpio de residuos no reutilizables.
Por ejemplo, una botella de plástico tiene que ser despojada de su etiqueta y del líquido que lleva dentro, ya sea agua o refresco, leche o bebidas alcohólicas. Solo entonces podrá ser depositada en el contenedor para plásticos y ser apta para ir al contender de plásticos para, posteriormente, continuar la cadena de reciclado.
Reciclar el plástico sería una ayuda para el medioambiente. Porque el plástico no desaparece, sino que perdura en el tiempo, provocando la acumulación de basura que no se degrada. Además, la acumulación de plásticos provoca un daño a la salud y al ecosistema.
¿Quieres reciclar responsablemente? La próxima vez que tengas plásticos entre manos, limpia bien antes de tirarlo a la basura. Y llévalos a un contenedor de reciclaje del material en cuestión. Porque los plásticos pueden tener una segunda vida e incluso más.